La especialista señaló que la edad de diagnóstico usualmente era entre  los 15 y 16 años, pero  durante la pandemia se ha visto que ahora hay casos desde los 11 años y que se dan con mayor frecuencia y con mayor gravedad de los síntomas. (Foto:EsSalud)
La especialista señaló que la edad de diagnóstico usualmente era entre los 15 y 16 años, pero durante la pandemia se ha visto que ahora hay casos desde los 11 años y que se dan con mayor frecuencia y con mayor gravedad de los síntomas. (Foto:EsSalud)

Los casos de trastornos de conducta alimentaria en adolescentes se duplicaron durante el confinamiento debido a la pandemia por el . Así lo alertó el servicio de psiquiatría de niños y adolescentes del al afirmar que 5 de cada 10 pacientes padece de anorexia, bulimia o trastornos por atracones.

La médico psiquiatra, Amparo Jaramillo, señaló que antes de la pandemia, de cada 10 pacientes que acudían al referido servicio, 2 tenían trastornos de conducta alimentaria y que durante la pandemia, de cada 10 consultas, 5 tienen este diagnóstico. “Es decir, los casos de han duplicado, y cada vez son diagnosticados a edades más precoces”, dijo.

El especialista indicó que la edad de diagnóstico usualmente era entre los 15 y 16 años, pero durante la pandemia se ha visto que ahora hay casos desde los 11 años y que se dan con mayor frecuencia y con mayor gravedad de los síntomas.

“Los trastornos por atracones son los más frecuentes, pero los casos de anorexia y bulimia están en aumento y son los que llegan a tener mayores complicaciones e incluso tener una alta tasa de mortalidad. Estos diagnósticos tienen que ser atendidos de manera urgente”, sostuvo.

Jaramillo explicó que los trastornos de conducta alimentaria se caracterizan por una gran preocupación por el aspecto físico y principalmente el peso. Se tiene miedo a engordar y se llega a tener comportamientos que ponen en riesgo la vida con tal de bajar de peso.

En el caso de la anorexia nerviosa, esta se caracteriza por una restricción en la ingesta de alimentos, la bulimia por comer en demasía en menos de 2 horas, se produce por lo menos una vez por semana, y todo un trimestre. La culpa posterior al atracón las puede llevar a provocarse el vómito, a tomar laxantes, diuréticos, hacer muchos ejercicios para compensar esta gran ingesta de alimentos que han tenido previamente. El trastorno por atracones se acompaña de conductas basadas en la culpa, señaló el doctor Jaramillo.

Así también, refirió que estos casos de trastornos de conducta alimentaria se dan con mayor frecuencia en mujeres, en edad de pubertad y adolescencia. Los principales factores que los generan son genéticos y ambientales, estos últimos de mucha relevancia durante el confinamiento en pandemia: “Se ha visto que los adolescentes han tenido más acceso a las redes sociales, en donde se muestra erróneamente que el éxito y aceptación se basan en el aspecto físico. Entonces, el que una persona a esta edad, se sienta insatisfecha corporalmente y busque la aprobación a través de las redes sociales, sumado a la disminución de actividades que pueden realizar fuera de casa o reunirse con un grupo de apoyo, como lo son sus amigos, familiares, ha contribuido al incremento de casos de trastornos de conducta alimentaria”, señaló la doctora Jaramillo.

La especialista recordó que lo importante es detectar a tiempo los cambios de conducta como por ejemplo si el joven se aísla al ingerir alimentos, empieza a limitar la cantidad de lo servido en el plato, esconden parte de él o se paran constantemente al baño mientras comen, probablemente para provocarse el vómito, cuentan las calorías que les sirven, visten ropa ancha, practican súbitamente más de 1 o 2 horas de ejercicio, toman agua para saciarse excluyendo los sólidos, recurren a laxantes y diuréticos y se vuelven más irritables.

Ante estos signos se debe buscar ayuda especializada inicialmente por psiquiatría llegándose a requerir la intervención multidisciplinaria por psicología, nutricionistas, pediatras, etc.