Esta noche un puñado de hombres vestidos de blanco y rojo tendrán tal vez la última oportunidad de sus vidas para luchar por su amor propio y seguir peleando por un cupo al Mundial Brasil 2014 o despedirse de una vez por todas.
La empresa será muy difícil. Tras la derrota ante Uruguay la cuesta se hizo más empinada, pero en el fútbol nada está dicho, hasta el que árbitro sentencia el final del partido con un silbatazo. Habrá cambios obligados y la urgencia de potenciar lo hecho el pasado viernes.
Venezuela saldrá con la obligación de ganar y la presión aguijoneándole el alma. Ese podría ser el arma letal que podremos utilizar, si conservamos la calma. Si todos salen concentrados en cumplir su labor y, sobre todo, prolijos a la hora de definir en el arco contrario.
La vinotinto se apurará y adelantará líneas, porque jugará mirando de reojo el reloj y sentirá el rugir de la tribuna, pidiéndole el triunfo.
Y Perú?, debe aguantar estoicamente y hacer su juego, controlar el balón y distribuirlo con eficacia para llegar con sorpresas.
Por derecha Herrera y por izquierda Juan Vargas, dueño de esa banda, con el espacio suficiente para "encender sus motores" a punta de potencia y sus proyecciones y remates a puerta de arco.
Una sola punta
En el mediocampo tendrán la oportunidad de su vida André Carrillo y Paolo Hurtado como inicialistas. En la contención estarán Retamoso y Lobatón. La única duda en la volante es si arrancará Rinaldo Cruzado o Cachito Ramírez.
En la delantera, Markarián deberá elegir entre Claudio Pizarro o Paolo Guerrero al artillero de la blanquirroja.