Roberto Mosquera, extécnico de la selección peruana, Alianza Lima y Sporting Cristal, consiguió la hazaña con el Jorge Wilstermann en Brasil por la Copa Libertadores y tras clasificar a los cuartos de final, se regresó con un regalo especial. El entrenador había encargado a un compañero conseguir la camiseta de Cruzeiro para llevársela como recuerdo, ya que ahí jugó uno de sus ídolos: Roberto Batata.
El equipo boliviano Jorge Wilstermann empató 0-0 ante el Atlético Mineiro y avanzó a cuartos de final de la Libertadores, debido a que en el partido de ida había ganado por 1-0. A esta felicidad para Roberto Mosquera, se le sumó que pudo regresarse con la camiseta que tanto quería de Cruzeiro.
Roberto Mosquera no fue el único que volvió a Cochabamba con la camiseta de Cruzeiro, el zaguero Alex Silva (que tuvo un paso por el club brasileño) y el cónsul de Bolivia también recibieron el regalo.
Una historia trágica fue la que vivió el brillante puntero derecho brasileño Roberto Batata, ídolo de Roberto Mosquera, durante la disputa de la Copa Libertadores 1976. El delantero del Cruzeiro, que terminó siendo el ganador del torneo, falleció luego de tener un accidente automovilístico y terminó siendo el único jugador campeón post-mortem en la historia de la Copa.
Falleció el 14 de mayo, dos días después de haberle anotado un gol ante Alianza Lima en Perú –por un partido de semifinales- el atacante de Cruzeiro aprovechó su día libre para descansar. Agarró su Chevette con rumbo a Tres Corazones, la ciudad donde vivía, ubicada a 287 kilómetros de Belo Horizonte. “Estaba cansado, pero también ansioso por reencontrase con su esposa Denise y su hijo Leonardo”, dijeron sus compañeros luego de que se quedara dormido y se estrellara rumbo a su hogar.