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Escribe Joaquin De Quesada
Somos una familia humilde. El presidente Humala debería de apoyar más al voley, estas matadoras forman un equipo de talla mundial y mi hija es ahora la mejor atacante del mundo. Sin embargo no se le reconoce como debería, cuenta doña Patricia Tagle Gonzales, la madre de la capitana de las matadorcitas, Ángela Leyva.
Doña Patricia cuenta que hace meses su familia está muy ajustada de dinero y que Ángela pasa muchos peligros por el vóley. Mi hija, al igual que el resto de matadorcitas, pasa peligro todos los días al andar en combi muy tarde. A veces sale cansada y se queda dormida en el carro, se pasa del paradero. Y si la asaltan? Ellas deberían tener movilidad y más beneficios, dice.
De condición humilde, la familia Leyva vive en el cerro San Genaro, en lo más alto de Chorrillos. Desde allí, Ángela debe viajar en combi hasta Los Olivos, donde queda su colegio. Además de entrenar cinco horas diarias.
Ángela vale oro
Ángela es organizada y pone orden en la casa. Ayuda en la formación de su hermana menor Leslie y la desahueva como Natalia lo hace con ella, cuando es necesario, cuenta doña Patricia, muy orgullosa, pero también preocupada por el futuro.