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El peleador ruso Khabib Nurmagomedov retuvo el título de campeón del peso ligero de las artes marciales mixtas al vencer por sumisión en el cuarto asalto a la estrella irlandesa Conor McGregor, en la velada de la UFC 299 que se disputó en el T-Mobile Arena de las Vegas (Nevada).
Con las pulsaciones más calmadas, Khabib Nurmagomedov se pronunció en las redes sociales sobre lo sucedido y lo hizo compartiendo una foto donde aparece con su progenitor.
"Esto ciertamente no es lo que mi padre me enseñó (se refiere a la batalla campal que provocó), pero fue una cuestión de honor. La victoria es nuestra, tenemos un cinturón", escribió el ruso en su cuenta de Instagram. "Cuando Dios está contigo, nadie puede romperte. Nadie", complementó.
Esto es lo que sucedió
Lejos de celebrar su inapelable victoria, en una incomprensible reacción el pelador ruso se trepó y salió del octógono con la finalidad de pelearse con un integrante del equipo de McGregor. La riña mutó en una trifulca y esta en una pelea descomunal entre los componentes de los equipos de trabajo de ambos luchadores.Como si fuera poco, el luchador irlandés, que estaba en el octógono, fue agredido por otra persona desconocida generándose otra gresca. Tras lo sucedido, Dana White, presidente de la UFC, decidió enviarlos a los camerinos para evitar mayores daños. Por ello, la entrega del cinturón no se dio en el lugar donde luchan los competidores.
De esta manera, la pelea, denominada por la propia UFC como la "más grande de la historia", tuvo un final bochornoso. Fue tan 'brava' la batalla campal que se desató que tuvo que intervenir la policía para restaurar el orden y evitar una desgracia.