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El año 2016 se cerró habiendo obtenido buenos resultados en el deporte, principalmente en el atletismo, pues fue la disciplina que llevó un mayor número de clasificados a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Una de las mejores maratonistas de Latinoamérica fue Gladys Tejeda y en los Juegos Paralímpicos fue Efraín Sotacuro. Estos dos deportistas, además de Cristian Pacheco, Raúl Pacheco y Raúl Machacuay, están bajo la dirección de uno de los grandes maratonistas y pioneros de la disciplina, Rodolfo Gómez, quien decidió venir a Perú a emprender un plan de entrenamiento que ahora muchos países de Sudamérica desean tener como modelo.
Sangre maratonista
Rodolfo Gómez es un histórico maratonista mexicano, que alcanzó el sexto lugar en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 y obtuvo el segundo lugar en la Maratón de Nueva York en 1982. Sin embargo, una lesión en el nervio ciático lo dejó fuera de las pistas aproximadamente todo un año. Cuando regresó a las competencias, ya nada fue como antes.
Más allá de competir, Rodolfo Gómez siempre tuvo la intención de inculcar la maratón en su país, de difundirla y enseñarla, pues no quería salirse por completo del deporte. Por ello, él tenía preparado una serie de objetivos que quería lograr con la maratón en México, sin embargo, en su país rechazaron el programa creado por él por ser muy “caro”.
El gran legado
En el 2011, el mexicano pisó tierras peruanas para empezar lo que sería el largo camino hacia el éxito de la maratón. Fue José Luis Castillo, una de las piezas claves en el fondismo peruano, que conversó con Rodolfo Gómez sobre el proyecto que tenía en mente. A Castillo le gustó, le interesó y llevó la gestión y el proyecto hasta la Cámara de Diputados, con el objetivo de que se apruebe. Es así como nació ‘Maratonistas Peruanos’, un programa que tiene a su cargo alrededor de 7 regiones de todo el Perú donde se practican las modalidades de 5 mil, 10 mil, media maratón y maratón, quienes cuentan con todas las facilidades necesarias y básicas para poder practicar el deporte de manera profesional.
El mexicano, con corazón peruano, llegó para aportar todos sus conocimientos y sus vivencias en importantes torneos a nivel mundial. Cuando llegó para cambiarle la mentalidad a los deportistas, le pidieron que deje un gran legado en nuestro país con resultados concretos y este año dos de sus dirigidos, Gladys Tejeda y Efraín Sotacuro, van siendo los primeros frutos de todo lo que sembró.
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