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Existe una mínima oportunidad para que Paolo Guerrero pueda tentar jugar el Mundial Rusia 2018: el Tribunal Federal Suizo. Castigado con 14 meses por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) que amplió la sanción de seis meses que la FIFA le había aplicado, el capitán de la Selección peruana va ahora en pos de lograr una medida cautelar que deje en suspenso tal ejecutoria.
El Tribunal Suizo no juzga, solo analiza la forma, es decir si no se ha respetado el debido proceso (derecho a defensa, etc.), de comprobar la defensa de Guerrero que aconteció esta situación puede decirle al TAS: vuelve a juzgar y mientras vuelve a hacerlo el delantero volvería a jugar, aunque es muy difícil que le alcance el tiempo para estar en el Mundial Rusia 2018.
Sin embargo para lograr ese cometido habría que buscar un vicio en el proceso. Para la defensa de Guerrero hay uno: la Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés) reclamó ante el TAS porqué la Comisión de Apelaciones de FIFA le disminuyó a 6 meses el castigo al jugador, no por los 12 meses que falló inicialmente. ¿Cómo entonces el TAS pudo subirle la sanción a 14 meses?. En el mejor escenario solo lograrían bajarle la pena a 12 meses, pero entretanto jugaría el Mundial.

A Paolo Guerrero no le dieron 4 años y se fueron por 2 por la ausencia de intencionalidad, porque FIFA no pudo probar intencionalidad.
La reducción fue después por la ausencia de culpa significativa o negligencia, es decir, demostrar que no tuvo negligencia en que el metabolito aparezca en su cuerpo. Esto le daba la reducción total.
Para probar esto ultimo, necesitaba obligatoriamente demostrar la fuente de contaminación y circunstancias. Paolo demostró varias hipótesis, pero ninguna clara.
Cuando aplicas uno de los dos artículos, tienes que aplicar el grado de culpabilidad del deportista. Hay graduación de la sanción y es por eso que salen los 14 meses del TAS. Existen faltas leves y moderadas para este caso, Paolo queria falta leve pero se le dio una moderada en el TAS.
Cosas que no le convinieron fue cuestionar el ISTI, que es el proceso de control e investigación de muestras. Al hacerlo, él adujo en las primeras instancias, que la contaminación fue en la orina y no en lo que ingirió, por lo que debilitó el argumento de ausencia de culpa significativa o negligencia.