Paolo Guerrero, Flamengo y los agentes del jugador aguardan el retorno hoy del delantero de la selección peruana para decidir su futuro tras el Mundial Rusia 2018. Si su último partido fue contra Chapecoense el 13 de mayo o pueden usarlo otra vez. El nuevo juicio en el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) de Suiza aún no está marcado. En la tesis, al regresar, él podrá estar en el campo el próximo 18 de julio ante Sao Paulo, por el Campeonato Brasileño. Sin embargo, la directiva no confía en ponerlo a jugar.
El efecto suspensivo adquirido para disputar el Mundial Rusia 2018 no garantiza que pueda jugar por el Flamengo. La dirigencia, incluso, quiere prevenirse. No piensa en firmar la renovación antes de saber el desenlace, ya que el perjuicio de la suspensión por dopaje de Paolo Guerrero fue considerado enorme para las finanzas del club.El departamento de fútbol de Flamengo tiene información que Paolo Guerrero ya ha advertido que no pretende jugar mientras no resuelva su situación contractual, aunque existe la confianza en que no tendrá que cumplir otros ocho meses de suspensión.
El discurso oficial de los dirigentes es que Paolo Guerrero es jugador del Flamengo y que la voluntad es mantenerlo por mucho más tiempo. Pero, quien más quiere contar, por ahora, con el delantero es la comisión técnica. Paolo Guerrero, en teoría, es el único centroacante a disposición para el juego con el Sao Paulo.El partido ante los paulistas es considerado decisivo para Flamengo. El Sao Paulo es el tercer colocado, cuatro puntos menos que ellos y una derrota en el regreso, para un competidor directo, puede ser devastadora al rojinegro.
Sin Henrique Dorado, suspendido, y Felipe Vizeu vendido para el fútbol italiano, sólo Paolo Guerrero es opción para la confrontación. El joven Lincoln integrado al elenco también puede actuar allí, pero la idea es contar con un jugador más experimentado. “Guerrero es jugador del Flamengo, va a volver a incorporarse al elenco y nos va a ayudar bastante. Nuestra intención es continuar con él por bastante tiempo”, dijo el presidente de Flamengo, Eduardo Bandeira de Mello.