Cuando sonó el pitazo final enla derrota de Argentina 1-0ante Alemania, el llantobrotó enlos ojosdecada albiceleste,quienes lejos de Brasil, vivían su partidoen diferentes puntosde nuestra capital. El alientoincesante perdurólos 120 minutos, aunque ello, noalcanzó para el triunfo y debieron conformarse con el segundo lugar.
Pese a esto,vibraron de principio a fin, en cada rincón del país, incluso remecieronLima con un grito de gol,aunque pasaron de la alegría al lamento, pues eltanto fue anuladoa Gonzalo Higuaín, por posición adelantada.
Con el transcurrir de los minutos, la ansiedad se apoderó de cada uno de ellos, ante el dominio teutón. Hasta que a los 113',su ilusióndesapareció, con la anotación de Mario Götze.
El referíitaliano Nicola Rizzoli culminó el duelo, y con ello,se esfumó toda esperanza de título.Ahora esperarán cuatro años,en los cuales soñaránconsu selección levantandola Copa del Mundo.