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Vista desde el río Guaíba, la ciudad de Porto Alegre, al sur de Brasil, es un encuentro de edificios modernos y casonas neoclásicas que crecen en medio de bosques frondosos. El motor de la embarcación y el sonido del viento es todo lo que se oye cuando uno surca los 72 kilómetros del afluente. Sin proponérselo, el río mece al visitante para mostrar sus orillas cargadas de cultura: 64 cines, 50 museos, 30 teatros y 3.500 restaurantes con los churrascos más sabrosos del estado de Rio Grande do Soul.
A lo lejos, algo rompe la calma del paisaje: enormes brazos de maquinarias se mueven a un ritmo incesante alrededor del estadio Beira-Rio, una gigantesca mole ovalada que descansa sobre la orilla.
En 1969, cientos de hinchas llegaban hacia este lugar para alentar a los albañiles. Cada ladrillo, bloque de cemento y barra de hierro colocadas merecían los gritos de la hinchada del Sport Club Internacional. Total, ellos mismos habían donado los materiales para dar vida a su propio estadio. Hoy, 44 años después, cerca de dos mil obreros vuelven a recibir el aliento de la hinchada.
Esta vez para su misión más importante: refaccionar el estadio donde se jugarán cinco encuentros de la Copa del Mundo 2014. Unos US$2,5 millones se han invertido en su estructura de hojas metálicas, campo para 60 mil espectadores, cámaras de alta velocidad para traducir el recorrido del balón en tres dimensiones y pantallas gigantes con colores diez veces mayor a lo habitual. Ni las mansas aguas del río Guaíba calman la emoción de ver el renacimiento del Beira-Rio, que podría quedar listo en cuatro meses.
En junio próximo, unos 600 mil extranjeros visitarán 12 ciudades de Brasil para la Copa del Mundo. Buena parte de ellos llegará a Porto Alegre y permanecerá en la ciudad por un lapso de diez días. Para atender la demanda, en los últimos dos años, decenas de restaurantes nuevos se han inaugurado y unos 15 hoteles de hasta 400 habitaciones se han sumado a la oferta de 100 recintos hoteleros de la ciudad, explica Luiz Fernando Moraes, secretario de Turismo de Porto Alegre. Y lo mejor, asegura, es que nuevas rutas turísticas se han lanzado para atraer al visitante extranjero.
TRAS LOS PASOS DEL VINO
A solo dos horas en bus desde Porto Alegre, siguiendo un camino flanqueado por hortensias, se ubica el distrito de Flores da Cunha, el mayor productor de vinos de Brasil. Ciento ochenta bodegas familiares de generaciones italianas se extienden por todo lo largo de las colinas. Nueve de estas empresas se han unido desde hace un par de años para crear Compassos da Mérica Mérica, una ruta colonial que sigue el rastro del poeta y campesino Angelo Giusti, uno de los primeros inmigrantes italianos de esta región montañosa.
En medio de campos verdes y ganados que pastean con la salida del alba, el turista recorre las haciendas vinícolas amigas del fallecido escritor, como Monte Real, Veadrigo y Luiz Argenta. Allá, lejos del estrés de la ciudad, será invitado a conocer los campos de cultivo y las fábricas. Por un precio mínimo de US$15, se pueden degustar una variedad de carnes jugosas típicas de la Sierra Gaucha y vinos diversos, desde los más caseros de tonos sutiles y cítricos hasta los más finos y estructurados, donde cavas subterráneas de piedra los protegen del ruido humano y la luz natural para obtener la máxima calidad.
El paisaje de los alrededores ofrece la oportunidad de practicar 'rapel' sobre lagunas, 'trecking' alrededor de los valles, escalada a montaña, recorridos a caballo o a tractor, y paseos de recolección de naranjas, uvas y mandarinas con los mismos dueños de las haciendas. Por el momento, Flores da Cunha es visitado mayormente por turistas brasileños, pero la Copa del Mundo será la oportunidad propicia para abrir el destino al mercado internacional.
UNIVERSO MÁGICO
Lo mismo ocurre con Gramado. A solo dos horas en bus desde Porto Alegre, este distrito es la puerta a un mundo completamente distinto de Brasil. Entre noviembre y enero el lugar se transforma en un pueblo navideño, con casas de estilo europeo decoradas para la ocasión y Papás Noel de todas las edades que salen a recorrer los caminos rodeados de pinos y mantos de nieve que cubren esporádicamente la ciudad. Cuando cae la noche, el turista tiene la impresión de haber quedado atrapado en un cuento de Disney. Las lagunas naturales son el escenario de actores profesionales, cantantes de ópera, góndolas tradicionales de Venecia, fuegos artificiales y llamas reales de fuego que narran algún pasaje de Navidad en el famoso "Natal Luz".
Solo el año pasado, Gramado recibió más de cinco millones de turistas, según Néstor Tissor, prefecto del distrito. El 99% de ellos llegó desde distintos puntos de Brasil. Pero ahora, con el campeonato de balompié poniendo el sur brasileño en los ojos del mundo, se espera incrementar el porcentaje del turista internacional. Fuera de los meses navideños, el resto del año puede visitar los parques temáticos del chocolate, de la nieve, el parque del Caracol, que alberga una de las cascadas más grandes de Sudamérica, la Casa de Papá Noel y los festivales del cine y de la Colonia, con danzas y comida típica del lugar. Y la fantasía continúa con los recorridos turísticos por las 24 fábricas de chocolate de Gramado, que producen más de cien toneladas del dulce para Brasil y el extranjero.
Como dice Luiz Fernando Moraes, secretario de Turismo de Porto Alegre, lo más importante para los pobladores de Rio Grande do Soul no son los 30 días del Mundial de Fútbol. "Nuestro foco está en el legado de la Copa, las obras que permanecerán en el tiempo y los turistas que vendrán luego de haber estado ante los ojos del mundo", expresó durante el 25.° Festival de Turismo de Gramado, que reunió la semana pasada a más de 14 mil visitantes de todas partes del planeta. No hay que esperar tanto para descubrir el universo de magia y relax que se oculta al sur de Brasil.
LAS CIFRAS DEL MUNDIAL
-US$15 mil millones invertirá Brasil para el Mundial, entre estadios, movilidad urbana, seguridad y comunicaciones.
-US$500 millones son destinados a refaccionar las vías y viaductos de la ciudad de Porto Alegre.
-3 millones de entradas serán vendidas para los 64 partidos de la Copa Mundial de la FIFA 2014.
-900 mil aficionados de 188 países ya tienen sus entradas para el Mundial de Fútbol
-1950 fue el primer año de Brasil como sede de la Copa y la primera edición tras la Segunda Guerra Mundial.
CÓMO LLEGAR?
Por el momento, Avianca es la única aerolínea que ofrece vuelos diarios y directos desde Lima hacia Porto Alegre. Desde esta ciudad pueden contactarse con operadores turísticos para recorrer los destinos de Flores da Cunha y Gramado.