:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/PW7PZNM7GFFNNDZSFHBDUIN7DY.jpg)
El Mundial de Clubes regalo otra polémica en la final disputada entre el Real Madrid y el Kashima Antlers. El protagonista de la polémica fue nada menos que Sergio Ramos, capitán del Madrid, quien se pudo ir a las duchas antes de tiempo. Sin embargo, el árbitro Janny Sikazwe de Zambia, quien dirigía por primera vez un partido de lo blancos, le perdonó la vida a falta de un minuto de cumplirse el tiempo reglamentario en la final.
Sergio Ramos debió irse expulsado sin discusión alguna, pero el referí se hizo el loco y pasó por alto la falta del defensa central a falta de un minuto para que se cumpliera el tiempo reglamentario de la final.
Apenas faltaba un minuto para que termine el partido, cuando Sergio Ramos quiso 'cortar' un contragolpe del Kashima Antlers y empujó por la espalda a Mu Nakazaki. El árbitro pitó la falta y, acto seguido, se llevó la mano al bolsillo para sacar la tarjeta amarilla. Pero súbitamente se arrepintió.
Al ver el gesto del colegiado, Sergio Ramos salió huyendo del lugar donde cometió la falta, pues ya tenía tarjeta amarilla y una más habría significado su expulsión del encuentro, que a esa altura estaba empatado 2-2, y que se definió en el tiempo suplementario. En esa instancia, fue el Real Madrid el que sacó ventaja y se llevó el triunfo por 4-2.
Finalizado el partido, Sergio Ramos habló sobre la falta y la tarjeta amarilla que jamás recibió. "La primera (tarjeta amarilla) ha sido muy muy rigurosa para mi manera de entender el fútbol, no la habría sacado, pero la segunda ya tenía ganas de que la suerte cambiara un poco de cara a los árbitro, hoy me ha tocado por ahí", señaló.
Además Sergio Ramos confesó porque salió huyendo tras cometer la falta. "Le vi las orejas al lobo y cuanto antes te quites de en medio mejor", sentenció.
MIRA EL VIDEO

► https://t.co/nbErlZiItH pic.twitter.com/efNULzg7Iv— Diario El Bocón (@elbocononline) 18 de diciembre de 2016