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Para muchos, el traspaso del belga Eden Hazard al Real Madrid ya está hecho, pero lo cierto es que falta el visto bueno o aprobación de una de las mujeres más poderosas en el mundo del fútbol.
Se trata de Marina Granovskaia, actual directora general del Chelsea. Ella debe decidir en los próximos días el futuro del codiciado futbolista belga, quien acaba de guiar a los 'Blues' al título de la Europa League, con doblete incluido, frente al Arsenal (4-1).
Granovskaia, nacida en 1975 en la Unión Soviética, es la mano derecha del magnate ruso Roman Abramovich, con quien también trabajó en su empresa de hidrocarburos Sibnef. Gracias a su gran desempeño, el dueño del Chelsea decidió llevarla a Londres para que tome las riendas del club 'Blue'.
Como en toda operación comercial el tema del dinero es la parte más importante. Según la prensa inglesa, la dura directora general del Chelsea, considerada la quinta mujer con más poder en el fútbol actual, solo aceptará negociar sobre la base de 100 millones de euros.
En el Real Madrid ya saben lo que es entablar una negociación con Granovskaia. Con ella tuvieron que hablar para alcanzar el fichaje de Thibaut Courtois tras el Mundial Rusia 2018.
"Que Marina sea dura en las negociaciones es normal. Las personas que en el fútbol hablan de contratos, salarios, transferencias, etc. que consiguen jugadores y los venden tienen el trabajo más difícil", había señalado el golero belga en aquella oportunidad.
Bajo el mando de Granovskaia, Chelsea logró el regreso del técnico José Mourinho, además de los fichajes de Fernando Torres y Diego Costa. Sin embargo, su "gran gol" fue la firma de contrato con Nike, a cambio de 900 millones de euros, en un plazo de 15 años (60 millones por temporada).
