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Se sabe que el defensor portugués Pepe no es un dechado de virtudes con el balón, pero a veces su torpeza se combina con mala fortuna, produciendo momentos tan desagradables como divertidos a la vez. Esta vez ocurrió con un lateral en la final del Mundial de Clubes.
El jugador del Real Madrid tomó el balón con las manos, pero al parecer no lo hizo con la firmeza suficiente y al ejecutar el cobro fue a dar al cielo. El error bien pudo costar un gol para San Lorenzo, pues el delantero Martín Cauteruccio estaba bastante cerca.
Para evitar una tragedia, Pepe 'enmendó' su error cabeceando el balón, con lo que acabó invalidando la jugada y provocando una falta en favor de los argentinos. Al final, muerto de vergüenza, pidió perdón a sus compañeros.
