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El técnico del Chelsea, José Mourinho, mostró una gran decepción tras perder la Supercopa frente al Bayern Munich en la tanda de penales.

"Estoy muy decepcionado. En mi opinión, el mejor equipo perdió. Pasa a veces en el fútbol y esto es aceptable porque es fútbol", dijo el luso.

Mourinho arremetió contra el árbitro sueco, Jonas Eriksson, y le achacó haber "matado" la final al sacar la segunda cartulina amarilla al brasileño Ramires, lo que supuso su expulsión.

"Sí, fue una segunda tarjeta, pero no se hace nunca de esa manera. Habría que apercibirlo, usando el inglés de caballeros. No es nuevo para mí", lamentó.

Y prosiguió: "Los que sentimos, los que vivimos en el fútbol, tenemos una regla muy importante: la pasión. Si estás enamorado, no matas una final con una segunda tarjeta", explicó el portugués.