Según la prensa inglesa, el Manchester United estaba dispuesto a pagar 120 millones de euros por el fichaje de Gareth Bale.
Sin embargo, Tottenham rechazó la oferta, puesto que el jugador solo se iría si fichaba por el Real Madrid, que finalmente pagó cerca de 100 millones de euros.
Es decir, Tottenham prefirió dejar de lado 20 mil euros con tal de que Bale no se quede en el fútbol inglés.