El Barça mostró su peor cara cuando debió tirar de orgullo, como rezaba el lema del mosaico en los prolegómenos del partido. Sin Lionel Messi, que no salió de inicio, el público se apagó de antemano. Por este motivo, las altas esferas azulgranas se molestaron con la decisión del argentino, ya que entendieron que el crack de Rosario se borraba ante una eliminatoria imposible de remontar.
El técnico Tito Vilanova y Leo Messi estuvieron charlando a lo largo del día para valorar la situación física del argentino, pero finalmente el crack de Rosario y los servicios médicos pactaron descartar su inclusión en el once.
Ningún culé ponía en duda el compromiso del ariete azulgrana hasta la fecha, pero desde la directiva se ha insinuado que Messi se ha borrado ante la humillación del Bayern Múnich, al que el Barça ha sido incapaz de marcar en 180 minutos. El varapalo del conjunto alemán en el terreno de juego ha sido contundente y se especula con que Messi no ha querido ser partícipe del desastre azulgrana.
Desde la zona noble del Camp Nou ya han empezado a señalar a futbolistas para librarse de la quema. Pero cuestionar a Messi, después de ser el motor de este Barça histórico, es un gesto que dice bien poco de quienes han decidido desviar las responsabilidades de la debacle en el futbolista argentino.
Lo cierto, no obstante, es que ha faltado transparencia en relación a la lesión de Messi, ya que jugó en el Allianz Arena lesionado y, incomprensiblemente, disputó algunos minutos del choque ante el Athletic en San Mamés.