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La pelota sí se mancha. En medio de una nube gris y olor a pólvora, La Victoria vivió el último domingo uno de los más lamentables hechos vandálicos que empañan al deporte nacional.
Los últimos actos de violencia ocasionados dentro y fuera de los estadios han puesto en alerta roja al fútbol peruano y hacen un llamado a tomar acciones inmediatas para que vuelva la fiesta a las tribunas, pero una fiesta sana donde la rivalidad termina cuando suena el pitazo final del partido.
¿La fiesta del fútbol?
La violencia deportiva ha sido protagonista en diversas ligas y países del mundo. En Sudamérica no solo podemos conocer casos en nuestro país. Argentina, Brasil y Chile también tienen una ‘lista negra’ de acontecimientos antideportivos.En tierras ‘gauchas’, un grupo de hinchas de Belgrano arrojó a Emanuel Balbo desde un túnel de salida del estadio Mundialista Mario Alberto Kempes durante el clásico cordobés, disputado el 15 de abril del año pasado entre Belgrano y Talleres de Córdoba. Lamentablemente, Balbo falleció producto de traumatismo craneano tras dos días de agonía.
(Foto: Diario Chaco)
Diversos medios argentinos debatieron sobre esta problemática y llegaron a la conclusión de que “nos encontramos ante una naturalización de la violencia en los estadios de fútbol, donde todo parece estar permitido: insultos, escupidas, trompadas entre hinchas del mismo equipo, cantos xenófobos, etc. No existe prevención en las canchas ni intención de generarla. Es hora de terminar con la situación de que los estadios de fútbol se constituyan en escenarios habilitantes de la violencia como requisito necesario dentro de la ‘cultura del aguante’”, publicó el diario ‘La Izquierda’.
Modelo a seguir
El erradicar la violencia deportiva puede tomar mucho tiempo si es que no se realiza una mirada amplia a diversos modelos empleados en el extranjero en los últimos años.La Premier League no es lo que hoy todos los aficionados del fútbol aprecian. Hace más de una década, los ‘hooligans’ eran protagonistas cada fin de semana de diversos incidentes que incluso provocaron la suspensión de los clubes ingleses de competencias europeas. La gota que rebalsó el vaso ocurrió el sábado 15 de abril de 1989 en el estadio Hillsborough de Sheffield, cuando Liverpool y Nottingham Forest chocaron por la semifinal de la Copa FA.
A los 6’ de haber comenzado el partido, la Policía irrumpe la cancha para suspender de inmediato el encuentro. Producto de una aglomeración y el caos en la grada donde estaban los hinchas del Liverpool, se registró un saldo de 96 fallecidos y 776 heridos.
Penas efectivas
La ‘tragedia de Hillsborough’ ocasionó el inicio de una nueva era en el fútbol inglés, que luego de muchos años tiene a una de las mejores aficiones del mundo.Uno de los grandes cambios que propuso el Reino Unido fue la prohibición del ingreso a los estadios de por vida a los hinchas identificados que habían protagonizado hechos de violencia, además de las penas efectivas de cárcel a quienes no acaten las normas.
Otro de los puntos claves para la reforma fue la creación de un grupo de policías que se especializaron en combatir a los ‘hooligans’. Se crearon circuitos cerrados de televisión y cámaras en lugares claves.
El modelo inglés puede aplicarse en el fútbol local y erradicar la violencia dentro y fuera de los estadios. La pelota está en nuestra cancha.
(Foto: Tele 13)
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