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Jorge 'Ñangui' Cardona es un volante del club Honduras Progreso, de la primera división del país centroamericano, que no tiene prejuicios para salir a las calles como vendedor ambulante de tortillas. Aunque no lo crea, Cardona es seleccionado nacional de Honduras, pero igual tiene que 'recursearse' para mantener a sus dos pequeños: Camila e Iván.
"Yo trabajaba medio tiempo de albañil, luego me iba a entrenar y en la noche al negocio de baleadas (tortillas fritas populares en Honduras, similares al taco mexicano), los fines de semana jugaba o viajaba con el Honduras Progreso. Después los directivos me llamaron y me dijeron que debía dejar ese trabajo porque necesitaba descansar y entrenar, pues yo le dije que habláramos porque yo necesitaba esos pesos que me ganaba en la construcción, ahí me aumentaron y me dieron en el equipo lo equivalente a lo que devengaba como albañil", contó Cardona al diario Diez.
Cardona tuvo una dura niñez, pero nunca dejó de luchar por sus sueños en el fútbol. Su esfuerzo ha sido recompensado con una reciente convocatoria a la selección de Honduras, que viene de participar en el Mundial Brasil 2014.
"Yo le dije a mi esposa que iba a debutar en primera división, nuestro equipo iba a llegar a primera y cumpliría mi sueño, el segundo es que vestiré la camisa de la 'H'. Cuando iba al estadio y los veía llenos, yo decía: ‘Tengo que estar ahí y escuchar el grito de toda la gente’. Gracias a Dios ahora he tenido la oportunidad de cumplir ese deseo. Solo me faltan dos sueños más: comprarles una casa a mi mamá y a mis hijos", cuenta con gran entusiasmo.
Fotos: Diario Diez