Un hecho que llamó la atención en el estadio Azadi ubicado en Teherán, capital de Irán, fue la presencia de mujeres en las gradas, algo que no ocurría desde 1981. Tanto hombres como mujeres iraníes se dieron cita en dicho recinto para ver el duelo amistoso entre Irán y Bolivia donde el cuadro sudamericano cayó por 2-1.
La decisión de que las mujeres iraníes no entren a estadios se dio en dicho año con la Revolución Islámica, la cual fue impulsada por los religiosos ortodoxos que ven como inapropiado que una mujer se mezcle con hombres que no son de su familia, que vean a los jugadores exponer sus piernas y que escuchen un lenguaje vulgar que se reproduce en esos escenarios.
Sin embargo, luego de muchos reclamos tanto en el Mundial de Rusia 2018 donde una activista iraní mostró una pancarta con el mensaje "apoya a las mujeres iraníes para que asistan a los estadios y las peticiones hechas por los mismos jugadores, finalmente se dio este primer paso pero con una condición: solo pudieron asistir al amistoso las madres, esposas de los futbolistas y jugadoras de la selección nacional. Las demás aún tienen dicha prohibición.
En total fueron 40 mujeres quienes pudieron estar presente viviendo esa fiesta del fútbol lo cual significa un gran avance en la lucha por la igualdad que se espera pronto permita a todas las mujeres disfrutar del deporte rey.
"Espero que un día la mitad del estadio Azadi sea para ustedes", tuiteó el capitán del conjunto iraní Hossein Mahini.
pic.twitter.com/pzaEE4UvPU— Hossein Mahini (@HosseinMahini) October 16, 2018