El fútbol argentino volvió a dejar una situación inédita. El inicio del segundo tiempo del encuentro entre Central Córdoba de Santiago del Estero y Nueva Chicago, por la fecha 7 de la Primera B Nacional, se demoró porque una fuerte lluvia borró las líneas del campo de juego.
El personal de mantenimiento del estadio tuvo que entrar a la cancha para pintar las líneas, pero solo había un encargado, por lo que los jugadores tuvieron que ayudar.
Un futbolista acompañó al encargado sosteniéndole el balde con la pintura, pero otros jugadores se acercaron para que se apurara, lo que ocasionó una discusión.