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Ni los millones del París Saint-Germain, ni la solidez del Mónaco han servido para amedrentar al Olympique de Marsella, que dirigido por el argentino Marcelo Bielsa encabeza la clasificación con una sólida ventaja de cinco puntos cuando casi se ha disputado un cuarto del campeonato.
Los números del equipo del "Loco" y el juego desplegado, que recibe alabanzas de todos los lados, son ya un fenómeno en Francia, donde comienza a especularse con la posibilidad de que el Olympique arrebate al PSG un título que todo el mundo le daba por seguro.
Siete triunfos consecutivos han acabado con toda resistencia interna. Sin apenas fichajes, el argentino ha sabido sacar rendimiento a una plantilla que en pasadas temporadas decepcionó y en la anterior no logró clasificarse para ninguna clasificación europea.
El mejor símbolo es el atacante André-Pierre Gignac, perdido en el anonimato de un club mediocre y que, de la mano de Bielsa, ha sumado nueve dianas en otros tantos encuentros.
Por el momento, el "Loco" ha logrado ganarse el respeto de todo un país, aunque es pronto para saber si eso será suficiente para sumar títulos.
EFE