El balompié boliviano está en un momento complicado, no por inconvenientes en la , si no por los álgidos problemas socio-políticos que se iniciaron el 21 de octubre, luego que el pueblo boliviano se percatara que existía serias anormalidades en las elecciones presidenciales que se realizaron el domingo 20 de octubre. Hasta el momento se suspendieron seis fechas.

Parecía que este inconveniente se podría superar en un par de días, pero el descontento de la sociedad creció como una bola de nieve, con paros y bloqueos en los nueve departamentos y esto derivó que la fecha 17 del campeonato nacional se interrumpiera. La razón fue, que no existían garantías para que los diferentes equipos se trasladen y puedan disputar los cotejos.

Tras esta reprogramación, los acontecimientos sociales empezaron a subir de tono, con cabildos que ya no pedían otras elecciones si no la renuncia del presidente , por el hecho fraudulento que pasó en los comicios bolivianos. El jueves 31 de octubre con tres fechas ya suspendidas, y con equipos especialmente del Oriente boliviano (Santa cruz) que hasta ahora no trabajan con normalidad, por eso los técnicos hicieron un plan de emergencia para que cada jugador pueda practicar de manera independiente si no puede llegar al complejo deportivo.

Los equipos de los otros equipos del resto del país tuvieron que ingeniárselas, como madrugar, para no dejar de trabajar y perder el ritmo de competencia.

Con este panorama que aún es caótico, la dirigencia que la preside César Salinas, ya consultó con la una solución para el torneo boliviano, que paró en la fecha 16 y que falta disputarse 10 jornadas más y por el momento ya se postergaron seis fechas.

El ente que regula al fútbol sudamericano aconsejó que a penas la tensión social se calme reanude el certamen y termine hasta fin de año y puedan inscribir a los equipos que consiguieron un premio, sea o .

Hasta el momento la situación es compleja, ya que hay dos tablas una la acumulada que suma los puntos de los dos torneos, apertura y clausura y los cuales premian un campeonato internacional y también hacen que uno descienda directamente y otro dispute un partido para mantener la categoría con el sub-campeón del nacional B. Ante esto hay muchas voces de dirigentes que opinan que termine el torneo y que se de los premios tal cual está la tabla y que no exista descensos de categoría algo que se analiza para no perjudicar a los clubes.

El otro inconveniente es que, la tabla del torneo clausura lo tiene a Wilstermann como líder con 36 puntos y tendría Copa Libertadores 2 algo que está establecido, que el campeón tenga este premio. Pero si se toma la tabla acumulada sería Bolivia 4, el cual solo le da la oportunidad de jugar la primera fase y no la de grupos.

Por el momento la Federación espera que la convulsión social se calme y que el balón vuelva a rodar en las canchas bolivianas y también con la .