El amor y la fidelidad a un club de fútbol muchas veces son inimaginables. Envuelven historias que parecen sacadas del mejor guión, como la que vivió Barrie Greaves, el hincha más especial del .

El romance entre Barrie Greaves y el equipo de la Premier League empezó cuando él apenas tenía 10 años. De la mano de su abuelo, llegó hasta Carrow Road, casa del equipo de los “Canarios” y fue amor a primera vista. En aquel momento heredó un sentimiento que fue eterno.

A partir de ese momento no se perdió un solo partido del Norwich City. Por 70 años de manera ininterrumpida, Barrie se daba tiempo para realizar su labor como profesor de historia y acompañar al equipo de sus amores.

Sin embargo, el año 2018 recibió una noticia que caló hondo en su corazón. Tras sufrir una insuficiencia renal, le comunicaron que ya no podría asistir nunca más al estadio. Esto no detuvo sus ganas y pasión por alentar a su querido Norwich.

Casi un año después, Barrie Greaves cerro los ojos. El club de los canarios perdió tal vez al hincha más fiel en su historia. Pero como si fuese poco, se dio el tiempo de incluir al equipo en su testamento, donde dejó la siguiente petición: “Mando 100 libras al Norwich para que los futbolistas tomen cerveza y brinden en mi nombre por haberme entretenido todos estos años”.





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