Eran las figuras en sus equipos. Jugaron con los mejores y fueron superiores a ellos, pero con sus selecciones, por falta de nivel y/o lesiones, jamás pudieron disputar un mundial.
Muchos hablan de que Ibrahimovic, Lewandowski y Bale no estarán en el Mundial Brasil 2014, pero lejos de ellos, hay algunos jugadores que superaron todos los límites de lo imposible, pero ni eso fue suficiente para que lleguen a un mundial.
Un caso sobresale sobre todos los demás porque se trata de uno de los grandes de la historia: Alfredo di Stéfano.
Además, defendió dos camisetas: la argentina y la española. Con la albiceleste no pudo disputar ningún Mundial. Argentina renunció al de 1950 por su guerra con la Confederación brasileña, anfitrión del torneo.
Con España, en 1954, Mundial de Suiza, ya estaba jugando en el Real Madrid, pero todavía no tenía la doble nacionalidad. Para el torneo de 1958 la selección no se clasificó y en 1962, en Chile. Estaba a punto de cumplir 36 años y era su última oportunidad, pero se lesionó.
Bernd Schuster y Eric Cantona, son dos casos parecidos al de di Stéfano, aunque no iguales.
El alemán renunció muy pronto después de haber triunfado con apenas 20 años en la Eurocopa de Italia. Prefirió dedicarse por completo a los clubes y olvidarse de la presión de la selección.
Mientras que Cantona se peleó al año de debutar con Francia con el seleccionador Henri Michel. Volvió con Platini y disputó su única gran competición con los bleus, la Eurocopa 92, pero pasó sin pena de gloria.
Ademas de ellos, hay quienes no tuvieron el privilegio de no haber podido nacer en un país que "coma fútbol".
El norirlandés de Belfast, George Best, que triunfó plenamente en el Manchester United donde ganó la Copa de Europa y el Balón de Oro y dos galeses de prestigio reconocido, Ian Rush y Rian Giggs. Ellos por más de que en el ámbito internacional han sido muy destacados, sus selecciones nunca han tenido el nivel necesario para poder llegar a la cita mundial.
Con información de Marca.com