Joshua Kimmich tendría problemas en el corazón por las secuelas del coronavirus. (Foto: AFP)
Joshua Kimmich tendría problemas en el corazón por las secuelas del coronavirus. (Foto: AFP)

Joshua Kimmich está viviendo una real pesadilla por causa de la COVID-19. El jugador, que no está vacunado, dio positivo el pasado 24 de noviembre y, tal como señala el protocolo en Alemania, debe permanecer en cuarentena. Pese a que ese periodo concluyó esta semana, el deportista no ha podido volver a entrenarse con sus compañeros en Bayern Múnich.

Según la información de la prensa local, hay una razón de peso para que el centrocampista todavía no retorne a sus actividades con los ‘Bávaros’. Todo hace indicar que el futbolista sufre “infiltraciones leves pulmonares” y ello le impide cerrar la primera parte de la campaña 2021-22, por lo que se perderá los partidos de Bundesliga que restan en el año.

No obstante, la situación de Kimmich puede agravarse. Al menos es lo que valoró el experto en ciencia deportiva, Ingo Froböse. El personaje mencionado brindó una entrevista al periódico germano Bild y se ha centrado en las consecuencias de las infiltraciones que ha presentado en internacional.

“La infiltración puede ser un líquido en los pulmones resultante de la inflamación, es decir, una neumonía, o la infiltración también puede ser de tejido celular. Es frecuente que se produzca un engrosamiento de los pulmones”, inició la explicación Froböse y hasta mencionó que Kimmich podría experimentar problemas en el corazón.

La consecuencia de la infiltración es que el volumen pulmonar ya no está disponible al máximo. El cuerpo reacciona a la infiltración, por lo que es de esperar que se produzca una inflamación. Esto puede acarrear enormes consecuencias si la tensión es demasiado temprana: hasta la inflamación del músculo cardíaco, sostuvo.

Si Kimmich vuelve a entrenar demasiado pronto, esto puede acarrear grandes consecuencias, hasta la inflamación del músculo cardíaco, agregó. Es más, el experto prevé que el volante alemán necesitará más tiempo para volver a la acción. “Hay peligro de que la función pulmonar se vea afectada a largo plazo”, concluyó.