La catástrofe que significó la eliminación del Barcelona a manos de Liverpool en el estadio de Anfiel Road, no hizo más que recordar aquel gol fallado por Ousmane Dembelé en el duelo de ida, cuando el final del encuentro tras un pase de Lionel Messi no pudo concretar el 4-0 definitivo.
Al margen de lo que pudo ser y no fue, Barcelona hizo un papelón en tierras británicas. Nunca pudo sacarse la presión que ejerció sobre los primeros minutos el cuadro del alemán Klopp y así llegó a los 7' el gol de Origi.
Fue el mismo Origi que sobre el final puso el 4-0 definitivo que puso a Liverpool en la final de la Champions League a la espera del rival que saldrá del duelo entre Tottenham y Ajax.
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