Un gato negro fue la primera sorpresa para el Barcelona en el inicio de la Liga española para el equipo culé.

Cuando se inició el juego ante Elche, el felino se metió al campo, paralizando el juego. El animal se paseó de un extremo al otro del rectángulo sin que alguien pudiera sacarlo.

Tras algunos minutos, el felino salió de la cancha y recién en las afueras, se dejó atrapar para ser retirado.