Este martes, la selección de Chile goleó 4-1 a su similar de Honduras en Temuco con dos goles de Arturo Vidal, uno de Alexis Sánchez y otro de Nicolás Castillo. El protagonista de ese encuentro no fueron los jugadores, sino el árbitro peruano Michael Espinoza que cobró tres penales.
El réferi nacional ha recibido una lluvia de críticas no tanto por haber pitado tres penas máximas, sino porque una de ellas fue inexistente al punto que hasta los propios jugadores chilenos no podían creer la decisión de nuestro compatriota.
Chile ganaba 1-0 a su rival de turno y fue en busca del segundo que le diera tranquilidad. A los 35', el delantero Nicolás Castillo envió un centro al área rival y el balón le chocó en la mano del defensa Henry Figueroa.
Michael Espinoza no lo dudó y cobró penal ¡pero el jugador estaba un metro fuera del área! Y eso que el silbante estaba muy cerca de la jugada y con una buena visión.
Arturo Vidal aprovechó el 'regalito' de Espinoza y marcó el 2-0 desde los doce pasos. Luego los chilenos anotarían dos tantos más, también de penal (uno de ellos bastante polémico también).
"Le pega en la mano, pero (el jugador) está fuera, está fuera. Nunca, en toda mi vida, había visto una mano tan lejos del área marcada como penal, esta es la primera vez. Voy a apuntar el nombre de este peruano Michael Espinoza", dijo un locutor hondureño.