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La historia del fútbol peruano indica que un golero, con solo 1.77 metros de estatura, se hizo gigante y enmudeció el Centenario de Montevideo con sus atajadas acrobáticas. Ese guardameta se llama , quien estuvo en aquel empate de la  con la selección charrúa por las Eliminatorias al Mundial de 2002.

ESCRIBE: MARTÍN CHILO

¿Hay razones para ilusionarse en el juego con Uruguay?

Tengo fe en que la selección hará un buen partido. Uruguay no es un cuco, no hay que tenerles miedo. Tienen elementos que juegan en Europa, cuando yo los enfrenté también habían jugadores en el Viejo Continente. La cancha es igual para ambos. Hay que demostrar por qué quedamos terceros en la Copa América de Chile.

¿Cómo jugarle a los charrúas en el Centenario?

Hay que proponerles juego, apretarlos y jugar con pierna fuerte. Disputar el partido en la zona media. Debemos sacarnos ese miedo, nosotros tenemos jugadores importantes.

¿Jugarías con un delantero o dos?

Yo soy de la idea de jugar con dos delanteros. De esta manera, tendríamos mayor poder ofensivo y generaría problemas en área rival. No hay de otra.

¿Quiénes serían?

Yo pondría a Paolo Guerrero junto a Raúl Ruidíaz. Ambos pasan por un buen momento y hay que aprovecharlos en esta clase de compromisos.

¿Qué recuerdas de aquel juego?

Lo primero que me viene a la mente es el frío que había a la hora del juego (risas). Jugar por tu país, en el extranjero, es una sensación inexplicable. Entré a la cancha a querer ‘matar’ a cualquiera.

¿Con qué jugador tuviste que chocar?

En la primera jugada de peligro tuve un duelo con el defensa Paolo Montero, pero no pasó a mayores. Yo siempre he luchado y no me amilano ante nada. Como futbolista e hincha deseo que la selección nos dé una alegría mañana.

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