Santiago Ormeño tiene dos goles en lo que va del Apertura de Liga MX. (Foto Club Puebla)
Santiago Ormeño tiene dos goles en lo que va del Apertura de Liga MX. (Foto Club Puebla)

A Beto Da Silva, hoy en , le bastaron cinco goles en 45 días con la camiseta de Sporting Cristal para, en diciembre del 2015, consolidarse como el nuevo . Ese mismo año, pero en Fiestas Patrias, Iván Bulos empezaba a ser considerado como una posible variante al “Depredador” en la , tras anotar 7 goles en 7 partidos con la camiseta de Deportivo Municipal en un lapso de 30 días. Con esos antecedentes, ¿En serio resulta exagerado pensar en como reemplazante de ?

Seguimos repasando las estadísticas que, aunque ciertamente no son determinantes, sí permiten darnos una idea de la gran expectativa mediática que genera en nuestro país que un futbolista reviente con una racha mínimamente considerable de goles. Eso sí, es preciso recalcar que después de Raúl Ruidíaz, no hemos contado con un goleador de élite en la selección peruana que intente hacerle sombra a Paolo Guerrero. Obviamente, Jefferson Farfán (más de extremo o enganche) ha sido nuestro único salvavidas, teniendo en cuenta la deprimente participación de Claudio Pizarro con la bicolor.

¿Por qué queremos tanto a Paolo Guerrero?

Paolo Guerrero despegó en Alemania, pero fue recién cuando se asentó en Brasil, en el 2012, cuando empezó a ser determinante en la selección peruana. Desde entonces se ha convertido en el héroe inagotable del equipo de Ricardo Gareca y en un símbolo patrio, casi como el cebiche o el pisco sour. Sin embargo, es preciso recordar que Paolo Guerrero nunca tuvo rachas goleadoras voluminosas como Jefferson Farfán o Claudio Pizarro. En cambio, sus actuaciones con la selección peruana fueron determinantes.

Pero, cuántos goles necesita un delantero para ser considerado una posible variante a Paolo Guerrero. Para empezar, es clave ser menor de 30 años. Luego, si nos remitimos a los últimos antecedentes en el fútbol peruano, apenas es necesaria una buena racha y algo de popularidad. La regla en los últimos años solo la rompió Gianluca Lapadula, quien como goleador en la Serie B de Italia, optó por rechazar ser la opción que tanto estábamos buscando a Paolo Guerrero hace algunos años.

¿Con cuántos goles se hace un Paolo Guerrero?

Volvamos al repaso de posibles reemplazos. Beto Da Silva necesitó apenas de 9 partidos y 5 goles en mes y medio para disparar la ilusión del hincha y del periodismo especializado allá por el 2015. Su carrera fue meteórica y en unos meses ya estaba en la filial del PSV Eindhoven de Holanda. Sin embargo las lesiones, el azar y un sinnúmero de razones han impedido que cinco años después, logre consolidarse.

Hoy en Alianza Lima, Beto da Silva tiene más apariciones en farándula por una supuesta relación amorosa que en bloques deportivos por su rendimiento futbolístico. Por supuesto, si el torneo se reinicia y acumula una racha goleadora, no duden en que será nuevamente voceado a la selección peruana. Los 5 goles en 9 partidos del 2015 no se olvidan.

Iván Bulos tuvo una aparición igual de fulminante con 7 goles en 7 partidos con la camiseta de Deportivo Municipal, donde finalmente lograría su pase al extranjero dejando 9 goles en 23 encuentros. Y luego a Portugal y así hasta cinco años después volver al fútbol peruano, ahora como fichaje estrella de Cusco FC, sin haber logrado consolidarse para ser una posible variante a Paolo Guerrero.

La temporada 2017, 5 goles en 6 partidos le fueron suficientes a Alexander Succar para ser considerado en el recuento de posibles opciones de recambio para la posición de nueve goleador en la selección que dirige Ricardo Gareca. Han pasado 5 años y en ese tránsito otras figuras también han asomado como alternativas, aunque todas con una misma característica: ninguna se ha consolidado.

Hay más. En el 2017, Ray Sandoval tuvo un julio de ensueño con 5 goles en 4 partidos. Terminó esa temporada y dio el salto al Morelia de México, ya como una de los serios aspirantes a pelear un lugar en el ataque de la selección peruana. Sin embargo, han pasado ya casi tres años desde entonces y ya todos sabemos en qué anda: echado de Sporting Cristal por manejar ebrio en pleno toque de queda –tras un largo tiempo de para por lesión- y ahora en Cusco FC a la espera del reinicio de la ansiada Liga 1.

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