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fue una de las nuevas caras de la selección peruana entre el 2014 y el 2015. Con Pablo Bengoechea alcanzó su mejor momento. Sin embargo, su llegada al Wolsfburgo significó finalmente un estancamiento, puesto que nunca pudo ganarse un lugar en el equipo titular y pasó la mayor parte del tiempo en la banca de suplentes, lo que terminó alejándolo de la .

Carlos Ascues era titular indiscutible en  y una pieza muy valiosa en la selección peruana por ser un jugador poolifuncional: además de defensa central, podía jugar en la contención. Sin embargo, el no sumar minutos en el Wolfsburgo lo alejó de su mejor nivel, hecho que se comprobó en la selección peruana, donde seguía jugando pese a no jugar en Alemania. Tal fue la crítica, que finalmente el técnico Ricardo Gareca optó por no llamarlo más. Peor aún, una lesión lo marginó completamente de las convocatorias a la selección peruana.

Este 2017, finalmente Carlos Ascues volvió al fútbol peruano. Fue Melgar el elegido pese al interés de Alianza Lima. Hoy, bajo la tutela de Juan Reynoso, Carlos Ascues ha vuelto a sumar minutos y se ha posicionado muy rápido como una carta vital en el once de Melgar. En los seis partidos jugados, el futbolista de 24 años ha jugado en cinco ocasiones como titular, siendo solo una vez pieza de recambio. Otro dato que llama la atención es que Reynoso ha usado a Carlos Ascues en dos posiciones: como defensa central en tres ocasiones y como volante de contención en tres ocasiones. 

Carlos Ascues ha respondido y su rendimiento viene en ascenso. Su juventud, su polifuncionalidad y su jerarquía, le juegan a favor. Es cierto, tiene antecedentes de indisciplina, como cuando Julio César Uribe confesó que lo encontró en la concentración de San Martín con una botella de ron. Pero podría ser útil en la selección peruana. Por lo menos más útil que cuando era convocado y no jugaba.

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