El 30 de setiembre del año pasado, Donny Neyra visitó a Ricardo Gareca. (Foto: Instagram)
El 30 de setiembre del año pasado, Donny Neyra visitó a Ricardo Gareca. (Foto: Instagram)

Cuando tenía la pelota en los pies, Donny Neyra era un problema grave para los rivales. Cuando dejaba la pelota, era un problemón para . Le decían bidón por su robusta figura, contradictoria con su calidad y astucia en la cancha, en especial en ese Apertura de 2008, cuando con la camiseta Universitario de Deportes y teniendo al “Tigre” como entrenador, lució lo mejor de su repertorio. El sobrepeso, para Donny, nunca fue un problema porque él siempre estaba estaba una jugada adelante gracias a su velocidad mental.

Casi trece años después, ya alejado del fútbol profesional, Donny Neyra alza el teléfono y no duda en charlar a gusto con EL BOCÓN. Nos conoce, nos conocemos. Sus triunfos y sus caídas fueron nuestras portadas. Hay aprecio, confianza. Por eso no duda en hablar de todo: de lo que se guardaba para la almohada, de lo que siempre tuvo ganas de decir y de lo que le gusta al bocómano; la anécdota, lo picante.

Donny Neyra habla de su “papá” Gareca, advierte que fue el primer “hijo” antes de Christian Cueva; cuenta cómo es que jugaba con sobrepeso en Universitario de Deportes e igual la rompía. El “Bidón” también narra el lado oscuro pero inevitable del retiro: la peligrosa depresión. Cuenta también que se ha subido 30 kilos por la pandemia y que en cuarentena se recursea vendiendo mascarillas, guantes y hasta oxígeno. Se da tiempo para hablar del descenso de Alianza Lima y -claro- para contar de dónde sale su chapa del “Riquelme de Ate”.

Este es Donny Neyra sin filtros.

Lejos del fútbol, ¿a qué te dedicas?

Hace 4 años dejé el fútbol por depresión, antes de separarme. He querido volver a entrenar, pero no me dan las piernas. Ahora en pandemia, me dedico a la venta de mascarillas, guantes, oxígeno. Y, en lo personal, he subido 30 kilos. Ahora estoy pesando 111 kilos, irreconocible. Me he comido a Donny (risas). En el barrio, los amigos me dicen que me he comido los balones de oxígeno, ja, ja, ja.

¿El talento sigue intacto?

El otro día jugué pichanga con Juan Carlos Mariño y la gente explotó. Estaba esperando que se complete una compra de un balón de oxígeno, le quité las zapatillas a alguien y jugué. Está muy dura la cosa, en mi barrio, hemos hecho el recurseo del día a día, un poco fuera del rubro.

¿Cómo futbolista, jugaste en tu peso ideal?

Nada, yo regalaba peso. Llegué a jugar con 85, 86 o 87 kilos. Siempre tuve problemas de peso, pero hacía mucha sentadilla y lo barajaba. Igual estaba gordo, pero desde chibolo.

Estuvo de cumpleaños Ricardo Gareca, sus 63 años.

Para mí es una persona valoro, admiro, respeto, un sin número de virtudes. Es mi viejo, mi papá, una persona importante en mi vida.

¿Quién te apodó el “Riquelme de Ate”?

Eso su fue una broma de Willy Rivas, “Charra” Rabanal, ja, ja, ja.

¿Viste el look de Ricardo Gareca a inicio de la pandemia?

Sí, ja, ja, ja. Parecía un naufrago. Mi viejo quiso pasar desapercibido pero su tamaño lo delató. Siempre para afeitado. Se peina con la mano, ja, ja, ja.

¿Alguna anécdota con Ricardo Gareca?

Hay varias. Partido de Sudamericana no viajé por haber llegado tarde a dos entrenamientos previos. Avisé pero no me la pasó. Viaja el equipo, la “U”, en la madrugada a Quito. Fue muy duro. Me dijo: ‘he tomado la decisión de sacarte”. Lo peor es que no me miró a la cara, sino al costado. Después de eso, salí y me metí un llanto, sentí que le había fallado. Días después, me llamaron de Quito: ‘Dice el Profesor, que vas a volver a jugar”. Pero no nos hablábamos. Un día estábamos en Tacna, mientras me echa agua al cabello, en la concentración, me dijo: “vamos a ver si retomamos la relación”. Yo todo malcriado, respondí: ‘pero si tú no me hablas’. Y volvió a decir: ‘Eh, después de la cag…que hiciste’, ja,ja,ja. Ricardo, mi viejo, sacó lo mejor de mí en el fútbol. Marcó mucho en mi vida, pudo haber sido mucho mejor si continúa a mi lado, pero el destino no lo quiso.

¿Te iba a llevar a Vélez?

Eso lo dijo ‘Malingas’ Jiménez y Raúl Fernández, que nos quería a los tres, pero no se dio.

¿Ricardo es querido y respetado tras habernos llevado al Mundial?

Recuerdo cuando recién se voceó su nombre para la selección. Hablé con Néstor Bonillo, otro de mis amigos, le guardo mucho cariño. Lo llamé y pregunté: ¿'¿Profesor, y ya están en la selección’? ‘No, estamos en eso’, me respondió. ‘Pero qué esperan, plata es lo que hay en la Federación. Lo que pasa es que no quieren pagarles’, le dije entre risas. Siempre que ha podido dar mi pequeño comentario, me han escuchado.

¿Tienes competencia, otro hermano en Christian Cueva?

Yo soy su primer bebito peruano, soy el mayor, Cueva es mi hermano menor, ja,ja,ja. Ricardo le tiene mucho cariño a Christian, el respeto es mutuo.

¿Tú también lo conoces?

Tenemos amigos en común, nos llevamos bien. Hemos hecho videollamadas. Me alegra que sea feliz en Arabia, el resto viene solo.

¿Gareca lo arropa a Cueva ante las críticas?

Él es así, siempre ve el lado humano, también. Es muy inteligente. Todos los chicos de la selección matan por él. Es un técnico que sabe llegar al futbolista. En Universitario, hasta el que jugaba era feliz.

Habrá varias bajas para los partidos ante Bolivia y Venezuela. ¿Los de la MLS no vendrían por restricciones den USA?

Necesitamos que los chicos tengan rodaje. Paolo tiene cuerda para rato. Farfán podrá estar inactivo, pero igual rompe cinturas. En La Paz, será muy duro, pero hay capacidad. Ricardo ya debe tener pensado qué hacer.

¿Sorprendió el descenso de Alianza?

Una pena para todo el pueblo aliancista. Tengo muchos amigos, jugué ahí. Realmente había muy buenos jugadores, pero pocas ideas de juego, poco amor propio por la institución. El destino le jugó mal. Nadie va a querer jugar para perder e irse a la baja.