La inclusión de Jefferson Farfán en el ataque, como una de las dos novedades del equipo titular de la selección peruana, ha puesto inadvertida la figura de Christian Cueva, el 10 del cuadro del Tigre Gareca; sin embargo, el chato está listo para dar la sorpresa.
Cueva buscará frotar la lámpara
Sus regates, huachas y especialmente sus dotes mágicas para asistir, como con la mano, a los delanteros aguardan para aflorar hoy en Oceanía. Aunque toda la atención de los kiwis está puesta tácitamente en la delantera bicolor, Christian Cueva solo aguarda el pitazo inicial en Wellington para demostrar y hacer temblar a los locales con su visión de juego, sus pases y ese toque fino y elegante que lo caracteriza.En esta ocasión, Christian Cueva será uno de los jugadores que tendrá la responsabilidad de liderar a un equipo que se conoce de memoria, pero que tendrá la ausencia del Depredador.
Desde el mediocampo, entre la primera línea de volante y el tridente en ataque, Cueva se perfilará como la aduana, una máquina sin tiempo para equivocarse y capaz, como nos tiene acostumbrados, de embellecer una jugada de gol.
El ilusionismo de Christian Cueva en la mitad del campo tendrá un valor agregado especial en ataque. Su amigo, causa y yunta en los entrenamientos, Jefferson Farfán, estará adelante de él, esperando ese sutil pase a sus pies, para concretar los goles y así llevar de la mano al Perú al Mundial.
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La insolencia de los neozelandeses de no tomar importancia a Christian Cueva podría costarles caro hoy, en su casa y ante su gente. Aladino, frota la lámpara.
Selección peruana: ?Falcao elogió el peso goleador de Paolo Guerrero https://t.co/hQcHil9dBH pic.twitter.com/MrGI00P397— Diario El Bocón (@elbocononline) 23 de marzo de 2017