Hay mucho por corregir. Desde la zona técnica, Ricardo Gareca vio cómo sus muchachos le hicieron el ‘pare’ a los holandeses en el primer tiempo. La presión y control del balón y medio campo daba resultado y en el trámite del partido íbamos de igual a igual. Sin embargo, en el complemento la balanza se inclinó para el lado de Holanda. Los nacionales bajaron las revoluciones y perdieron en la marca, el medio campo se pobló de los rivales y se permitió que generen fútbol. La poca agresividad para cortar en ese sector del campo generó que Holanda de despliegue con mayor libertad a campo de la selección peruana. Con la primera prueba desaprobada, el “Tigre” deberá mover bien sus fichas para el domingo.
Por: Adriana Barrantes (@Adbarrantesg)
1. Los errores se pagan caro y la defensa de la selección peruana no estuvo fina. Pedro Aquino no controla bien la pelota cedida por Sandoval lo que generó el contragolpe holandés que terminó con el 1-1. En el segundo gol, Abran y Peña no cortan el contragolpe tulipan en el mediocampo; la defensa estaba jugada en ataque, quedó mal parada y Gallese no pudo evitar el 2-1 definitivo.
2. Los cambios no funcionaron (Calcaterra, Abram, Peña, Sandoval y Cartagena), Perú perdió el control del balón y el mediocampo le perteneció a selección de Holanda. Con la salida de Pedro Aquino, la selección peruana perdió marca permitiendo que el rival juege con mayor libertad y nos meta en nuestro campo. El complemento, Holanda tuvo la posesión absoluta del balón.
3. Christian Cueva, Jefferson Farfán y André Carrillo no tuvieron su mejor partido y estuvieron ‘desconectados’ con sus compañeros. ‘Aladino’ no generó acciones de peligro y se notó más en el segundo tiempo. La ‘Culebra’ no trascendió y no se asoció con Peña. La ‘Foquita’ tuvo una clara en el primer tiempo, sin embargo sigue con el arco cerrado y con la selección peruana le pasó factura.
4. La banda izquierda de la selección peruana fue un dolor de cabeza para Ricardo Gareca. Trauco no apoyó mucho en la marca, el zurdo sufrió para detener a los rivales, la falta de continuidad le pesó. Loyola fue uno de los puntos más bajos de la Blanquirroja, pasó desapercibido. No generó fútbol y no se conectó con Trauco, lo que permitió que esa banda sea de libre ingreso para el rival.
5. La falta de agresividad para cortar los ataques de la selección de Holanda se pagó caro. Abram y Peña no trabaron al rival cuando cruzaron el medio campo. La defensa nuevamente erró en las salidas y quedó mal parada cuando filtraron pases a sus espaldas. En ataque, no se logró conectar ni jugar al toque, las pelotas no llegaron limpias y no hubo una idea de juego ordenado.
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