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Frío y lluvia recibieron al Santos el jueves a su llegada a Japón y desde entonces las temperaturas han sido bajas, lo que constituye para varios de los integrantes del equipo brasileño la principal dificultad y el único obstáculo encontrado hasta el momento. A la espera de su primer partido en el torneo, el Santos está concentrado en un lujoso hotel del centro de Nagoya, localidad vecina a Toyota, y se ejercita en unas instalaciones dispuestas por la Federación Internacional (FIFA) y los organizadores locales en el sur de la ciudad. "Ahora estamos sufriendo, pero lo más importante es que hagamos este trabajo para que a la hora del partido estemos acostumbrados", comentó el defensa Edu Dracena, muy abrigado, como el resto del equipo. El Santos ha organizado en los últimos días entrenamientos a las 19h30 locales (10h30 GMT), coincidiendo con la hora de inicio del encuentro, para que sus jugadores se aclimaten lo antes posible a las bajas temperaturas con las que jugarán en el debut. En estos días las temperaturas han rondado los cinco grados centígrados, bajando de ahí en ocasiones, y las previsiones meteorológicas apuntan a datos similares para el día del partido.