Ronaldinho Gaúcho, dos veces mejor futbolista del mundo y campeón mundial en 2002, estuvo a punto de retirarse el año pasado tras salir del Flamengo, cuando un cáncer amenazaba la vida de su madre.
En una entrevista televisiva en "Globoesporte", Ronaldinho no escondió las lágrimas. El centrocampista de 32 años dijo que si no renunció fue por el apoyo de los hinchas del Atlético Mineiro, club en el que recaló el pasado junio.
"Cuando mi madre se enfermó dije que no tendría cómo continuar (en el fútbol). Pensé que había llegado la hora de parar y de cuidar a mi madre", afirmó al referirse al cáncer que afrontó su progenitora y del que finalmente se curó.
El centrocampista aseguró que entonces recibió apoyo de los hinchas del Atlético Mineiro y decenas de cartas en que decían rezar por "Dona Miguelina".
"Todo el mundo me dio fuerza. Por eso ahora iré hasta el fin con el Galo. Mi madre se hizo un último examen y está completamente libre del cáncer", afirmó.