El caso del central Max Barrios es un tema que podría trasladarse a los tribunales y hasta terminar con el defensa en la cárcel. Haber asumido supuestamente una identidad falsa, la de Juan Carlos Espinosa, quien militó en LDU Loja en 2010, podría acabar con la carrera de Barrios de manera prematura. Resulta oportuno echar un vistazo a los casos policiales más sonados de nuestro balompié en los últimos años.
Bala perdida
La madrugada del 1 de diciembre de 2002, Mario "Machito" Gómez fue acusado de desatar una balacera en una fiesta que dejó como resultado la muerte de Gloria Prieto Pimentel, quien mantenía relación con Raúl Urbina Bonifaz, primo del futbolista, . El lateral fue excarcelado bajo libertad condicional el 11 junio del 2003. No se le halló pruebas que lo incriminen penalmente y que justificaran un encierro más largo.
Robo íntimo
El 2002, el goleador histórico de Alianza Lima Waldir Sáenz fue vinculado al robo a la Casa Blanquiazul por un monto de 55 mil dólares. El autor del delito, Julián Ciudad, conocido como "Negrillo", implicó al delantero en el caso, sindicándolo como "informante" y "autor intelectual" del delito. Waldir tuvo que esperar hasta el año 2008 para ser absuelto de manera definitiva del caso. Con el testimonio de José Soto, "Negrillo", quien se rectificó de lo dicho y el propio delantero, el tribunal tomó la decisión de absolver a Sáenz.
El exilio de Balbín
César Balbín era uno de los jugadores peruanos con mayor proyección, pero de un momento a otro desapareció de la órbita futbolística. En 2005 fue acusado de sustraer dinero (50 mil dólares) del Banco Continental del Cusco en complicidad con su supuesta pareja de entonces, Maribel Rondoño, quien laboraba en dicha entidad. Poco después de la acusación, Balbín se autoexilió en Bolivia.
Según su testimonio, él jamás tuvo que ver con Rondoño y mucho menos con el caso en mención. Señaló que su estadía en Bolivia estuvo vinculada a su trabajo en el mundo de la minería.
El ocaso del 'Sinchi'
César Ccahuantico venía de ser campeón con Cienciano del Cusco en la Copa Sudamericana 2003. En 2008 fue acusado de haber dado el dato para que unos delincuentes encañonen a sus compañeros y le roben al club 87 mil 400 dólares destinados al pago de sus sueldos. Todo se fue al diablo para el volante cuando cayó un delincuente conocido como "Chato Carlos" y se le halló en el auto de otro futbolista, Karlo Calcina.
El celular del "Chato", Carlos Gonzáles Flores, registraba ocho llamadas hechas al teléfono de Ccahuantico el mismo día del robo. Una, incluso, solo diez minutos antes del asalto. La sala especial número 2 del Cusco ordenó recluirlo 7 años en el penal de Qenqoro. Hasta hora sigue pagando por el delito con el que jura no tuvo nada que ver.
'Pato' a la reja
La madrugada del 21 de marzo de 2006, el exfutbolista Juan Carlos "Pato" Cabanillas atropelló a Jimmy Eddie Velásquez, un transeúnte que caminaba por las calles de San Miguel.
El "Pato" trató de auxiliarlo y conducirlo al hospital más cercano, lamentablemente el agraviado ya no tenía signos de vida. El difunto portaba unas botellas de cervezas. Cabanillas fue denunciado por los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud (homicidio culposo) y seguridad pública (manejar ebrio). El "Pato" estuvo preso menos de un año y luego de las investigaciones quedó en libertad.
Visa para un sueño
En 2008, Juan "Chiquito" Flores fue citado a declarar por un presunto caso de tráfico de menores. A Flores se le acusó de participar en la falsificación de una partida de nacimiento para que una niña pueda viajar a los Estados Unidos. Todo indicaba que se había hecho pasar por su padre, pese a que no era su hija biológica.
El guardameta en su descargo denunció ser víctima de una extorsión. Luego se dio a conocer que la menor Alessandra Nicole B.S. era hija de Edison Barrueta y Jessica Sandon, y que nació el 5 de enero del 2002. Con el tiempo el caso se archivó y el futbolista quedó absuelto.