Un grupo de aficionados saltó al césped para saludar a los jugadores del Real Madrid y la Roma.
Este hecho paralizó por unos minutos el partido entre ambos equipos.
La Policía y miembros de la seguridad del estadio hicieron de todo para controlar a estos hinchas que corrían por todo el campo en busca de sus ídolos.
Finalmente todo volvió a la normalidad y el árbitro continuó el partido.