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La pelea entre jugadores de Santos y Peñarol iniciada por un supuesto hincha brasileño eclipsó la final de la Copa Libertadores y trasladó el enfrentamiento fuera de la cancha. La confusión empezó tras la invasión de la cancha por un supuesto hincha del Santos y que provocó a los futbolistas uruguayos, que fueron derrotados por 2-1, lo que dio el título al Santos. Hincha disfrazado Según el diario brasileño Sportv, el invasor accedió a la cancha por el túnel del vestuario del Santos vistiendo unos pantalones negros, una camisa blanca y una banda en el brazo, uniforme que usan los miembros de la federación de fútbol local. La Policía tuvo que ingresar a la cancha para abortar la reyerta y sacar del césped al invasor, que provocó a los jugadores del equipo uruguayo. Tras el fin de la confusión, el lateral izquierdo del Santos, Léo, continúo la disputa ante los micrófonos de la televisión Globo: Los uruguayos "perdieron en la cancha y se llevaron un paliza". Neymar, estrella del grupo santista, dijo que la reacción violenta de los jugadores del Peñarol "es algo propio de quien no sabe perder". "Dejemos a esos tíos", señaló.