Las autoridades deportivas y policiales de Alemania anunciaron que los aficionados que se comporten de manera violenta en los estadios serán castigados con hasta diez años sin poder acceder a los partidos.
Dicha decisión, fue tomada por los representantes de 54 clubes profesionales, de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), de la Liga (DFL) y de los ministerios del Interior federal y regional, que tras una reunión en Berlin, quieren impedir los sucesos violentos dentro de los campos deportivos.
"Un aumento considerable en la severidad de las prohibiciones de entrada a los estadios, que pasarán de tres a cinco años y hasta diez para los casos más graves", anunciaron.