Lejos de ser lo que muchos pronosticaron, el APOEL complicó más de lo imaginado al Real Madrid y es que durante todo el primer tiempo; el equipo blanco, pese a tener la mayor posesión de la pelota (70-30%), no pudo perforar las redes del equipo local. Las llegadas más claras se dieron a través de los pies de Cristiano Ronaldo, que pudo mostrar su mejor repertorio de gambetas frente a una defensa que lo respetó demasiado. En el segundo tiempo, Mourinho ordenó el ingreso de Marcelo, y este cambio sería decisivo para lograr la victoria. El primer gol llegó a los 73 minutos, luego de una buena jugada de Kaká por izquierda que terminó en pies de Benzema y este definió con tranquilidad. El segundo llegaría siete minutos después, cuando Marcelo arrancó por izquierda, eludió rivales y envió un pase para que Kaká castigue y ponga el segundo del encuentro. El marcador lo cerró nuevamente Benzema a los 89 minutos, luego de una buena asistencia cruzada de Mezut Ozil. Con este resultado, los madrileños regresan a España con la tranquilidad y convicción de tener la serie casi asegurada y ya van analizando a su posible rival en las semifinales.