Al final del partido su cara lo decía todo. José Mourinho, tras el pitazo final, anunció que su equipo ya está eliminado de la Champions y descargó su ira contra el árbitro alemán, Wolfgang Stark, a quien responsabilizó de la derrota de su equipo. "Sí, ya estamos eliminados. Algunas veces me da un poco de asco vivir en este mundo, pero es nuestro mundo. Tendremos que ir a Barcelona con todo nuestro orgullo, sin Pepe que no ha hecho nada, sin (Sergio) Ramos que no ha hecho nada y sin su entrenador que no puede estar en el banquillo" dijo. Pese a todo, el portugués reconoció la calidad de su archirrival, el Barcelona, y lo catalogó como un equipo fantástico. Al mismo tiempo, afirmó que darle vuelta al resultado es algo imposible para el Madrid.