Se jugaba un encuentro en el balompié amateur estadounidense y un remate largo que chocó en el travesaño no pudo ser despejado por el golero rival, pero qué pasó?
Tras tomar los aires el balón, el portero se le escurrió y terminó por anotar un vergonzoso autogol que sacó más de una sonrisa entre los asistentes al encuentro.