Maradona fue la figura central de un partido de fútbol sala entre veteranos futbolistas de Argentina y Uruguay, que los albicelestes ganaron por 9-8, en homenaje al ex futbolista Fernando Cáceres, herido de gravedad en noviembre de 2009 en un intento de asalto. Maradona, que jugó durante 54 minutos de los 60 que duró el encuentro disputado sobre una pista de 45 por 23 metros en la localidad bonaerense de Almirante Brown, y autor de dos goles, dijo al finalizar el partido que los argentinos "no se merecen vivir con miedo" por la inseguridad que existe en las calles. Cáceres, herido por un disparo en la cabeza, estuvo varias semanas al borde de la muerte y los médicos señalaron que salvó su vida gracias a un "milagro". Excedido de peso y casi sin rastros de una cojera que padeció en los últimos tiempos por una lesión en la rodilla, Maradona volvió a jugar casi dos años después de su partido anterior, que disputó antes de asumir el cargo de seleccionador de su país. Antes del encuentro Maradona entregó con lágrimas en los ojos, en nombre del municipio bonaerense de Almirante Brown, un recuerdo a Cáceres, que se encontraba a un costado del campo en una silla de ruedas y era ovacionado por unos 6.000 espectadores. Cáceres agradeció a todos los que se han preocupado por su salud en estos once meses y, ante una consulta, dijo que nadie de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) le llamó desde que sufrió el ataque. El ex defensa central comentó que le hubiera gustado participar en este encuentro en su homenaje, pero que se daba por contento al haber compartido el vestuario con los miembros del equipo argentino, que sigue luchando para volver a caminar y que complementará su recuperación en Cuba próximamente.