Escriben Rolando Rodríguez y Juan C. Esteves
Cuánto más tiene que sufrir José Clavijo?, me pregunto. Cuánto dolor es capaz de soportar un padre que ha perdido a su hijo y con ello las ganas de seguir viviendo? Pues quién sabe, es una respuesta incalculable para un padre desconsolado que no solo ha tenido que soportar la muerte de su hijo Yair, sino que ahora se topa con una serie de evasivas sobre su muerte, sobre la verdadera razón por la que perdió la vida en aquel partido en Cusco, y sobre quiénes son los verdaderos responsable de que la luz de su engreído se apague para siempre.
"Solo quiero saber la verdad, no quiero otra cosa, quiero oír qué pasó con mi hijo y por qué murió", comenta José Clavijo quien evidencia su desconsuelo con cada palabra.
"Mi familia completa está destruida. Mi esposa me pidió que defienda a mi pequeño y que regrese a casa con la verdad, pero no logro encontrarla. La dirigencia de Cristal no me da respuesta, la Federación tampoco. Lo único que logro escuchar son acusaciones entre Garcilaso y Cristal, pero sin ningún claro responsable de lo que pasó", agrega.
No había desfibrilador
Es inextensible cómo en un partido de la jerarquía de un Garcilaso-Cristal, no contaban con un desfibrilador.
"Dicen de que había un desfibrilador, y si había por qué no lo usaron. La verdad es que ya no sé que creer. No entiendo por qué Cristal no llevó el suyo, y si lo llevó por qué no lo uso. Son tantas las interrogantes que tengo en la cabeza, y no encuentro respuesta porque nadie se atreve a dar la cara", comenta un perplejo "Clavo", a quien no dejan de temblarle las manos, preso del nerviosismo y la impaciencia por dilucidar la muerte de su hijo.
"Y no entiendo por qué en el siguiente partido Garcilaso presentó en una mesa el desfibrilador, eso es una burla", agrega Clavijo, quien aún se encuentra perplejo por el destino de los cusqueños.
Culpa al Comisario
El comisario del partido Luis Rubín no ha esclarecido la existencia de un desfibrilador, y mucho menos si el partido contaba con las condiciones para jugarse. Paradójicamente, José Clavijo estudió para ser comisario de fútbol, recibió muchos cursos, pero jamás lo ejerció, ya que pensaba que era demasiada responsabilidad para una sola persona.
"Yo sé lo que es ser comisario, estudié para ello y sé que es imposible que una persona pueda ver que todo esté bien en un campo de juego. Un solo comisario no puede verlo todo, y siento que eso pasó con el tema del desfibrilador. Que es culpa de la Federación por contar con un solo comisario y de Rubiños por aceptar serlo", señala Clavijo.
"Lo más indignante es que he llamado Rubiños, me ha contestado y cuando le digo quién soy, se hace pasar por otra persona o cuelga el teléfono. No hay respeto alguno por la pérdida de mi hijo", manifiesta.
Indiferencia "celeste"
Ya han pasado seis días desde que Yair falleció y el club Sporting Cristal aún no se pronuncia, no da su descargo de que si el joven central sufría de un mal congénito, por qué lo dejaron jugar.
"El doctor Ramírez (médico de Cristal) me dijo que me llamaría para explicarme qué es lo que tenía mi hijo. Ya ha pasado casi una semana y nadie se comunica. Si Cristal sabía del supuesto mal congénito de mi hijo, por qué lo hizo jugar. Y si no lo sabía, peor aún, porque es una institución seria que debe realizar exámenes constantemente. Creo que ellos no se han dado cuenta que me han quitado a mi hijo, mi ilusión, mi alegría, mi vida entera", comenta el acongojado padre.
No le interesa el dinero
Yair Clavijo tenía contrato hasta el 2014 con Sporting Cristal, y tras su muerte, la dirigencia "celeste" aseguró seguiría manteniendo el contrato.
"Se ha dicho mucho de que mantendrán el contrato que tenía Yair, pero lo cierto es que conmigo no han hablado de ese tema, solo me han dicho que me quede tranquilo. A mí no me importa el dinero, solo saber qué pasó con mi hijo", concluye Clavijo, quien no encontrará la paz hasta saber que hizo este fútbol con su pequeño.