El español Jimmy Jump hizo de las suyas en el Mundial de Sudáfrica, aprovechando una distracción de la seguridad tocó el trofeo mundialista y hasta le puso un sombrero antes de que lo botaran del campo. El trofeo de oro macizo llegó hoy al estadio Soccer City a bordo de un helicóptero, en el marco de un rito inédito en la historia que le dio a la Copa un aura de objeto sagrado y digno de adoración, y que fue salpicado por un susto: la invasión del espontáneo, rápidamente atrapado por las fuerzas de seguridad. La invasión de la cancha ocurrió momentos después de que el troféo fuera llevado al césped por Fabio Cannavaro, el capitán de la selección italiana campeona del mundo en Alemania 2006 y eliminada en la fase de grupos en Sudáfrica. Jimmy logró cruzar casi toda la cancha y acercarse a escasos metros del trofeo, que había llegado al estadio a bordo de un carrito y luego exhibido sobre un pedestal en un rito solemne. Este fue el segundo caso de invasión de campo en el Mundial de Sudáfrica. Un incidente similar ocurrió en la semifinal entre España y Alemania, disputada en el estadio Moses Mabhida de Durban.