Timo Letschert, jugador del Groningen tuvo que ser atendido sobre el césped después de ser expulsado a los 10 minutos del partido que enfrentó a su equipo ante el Heerenveen.
El holandés, de tan solo 20 años, lejos de protestar la expulsión, quedó tirado sobre el terreno de juego ya que se sentía muy mal.
Lo curioso del asunto es que muchos interpretaron que su desmayo se debió a lo mal que se sintió por la tarjeta roja y no por un problema en su organismo.