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Hay propuestas y propuestas. No todos los directores técnicos son capaces de seducir al público, pero lo más importante para un entrenador es tener química con su plantel y que eso se plasme en el campo de juego.

ESCRIBE: ERNESTO CAVAGNERI

Jorge Valdano decía que jugar contra un equipo que se defiende es como hacer el amor con un árbol. El romanticismo no es ajeno al fútbol es por eso que muchos nos identificamos con algunos estrategas, pero en el fútbol de hoy mandan los resultados por encima de la belleza.

En este 2015 que se va, el torneo nacional nos ha dejado entrenadores que han sabido ganarse el reconocimiento de la gente y también hay de los otros que hasta ahora no sabemos cómo se hicieron de un espacio en nuestro país para arrebatarle el puesto a un nacional.

Si dejamos que los números hablen, deberíamos poner como al más destacado a Juan Reynoso, porque Melgar tuvo mejor promedio que el resto. Pero el juego de Melgar tuvo contrastes, fue intermitente en algunos tramos del año porque Juan Reynoso gusta mucho de las benditas rotaciones y creo que eso juega en contra para ver un juego más atractivo. Pero igual el “Cabezón” está entre los más destacados.

Otro estratega que merece una mención honrosa es Wilmar Valencia (Sport Huancayo) porque con un plantel corto y modesto hizo tremenda campaña. Ojalá que el próximo equipo que requiera sus servicios tenga una directiva que lo sepa respaldar.

Lo de Franco Navarro en Vallejo fue opaco porque los trujillanos tenían un plantel como para llegar a la final, pero se quedaron en el camino y la responsabilidad la tiene Franco. El trabajo de Daniel Ahmed en Cristal es meritorio porque supo recomponerse cuando parecía que se desmoronaba, aunque nunca le encontró la vuelta al tema defensivo porque los problemas siguen latentes. Para terminar debemos decir que Chale salvó a la “U” de la baja y lo puso en la Copa Sudamericana. ¿De Alianza? Ni una letra porque fue un desastre. 

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