Se tomará un año de vacaciones en Nueva York y esto le servirá para eliminar todo el estrés propio de ser el entrenador del mejor equipo del mundo en la actualidad.
Pep Guardiola rompió su silencio y dijo que entrará en una etapa desconocida para él, pero que le servirá para analizar sus errores y virtudes, y ver que puede cambiar de cara a un posible regreso a los banquillos.
"Ya no disfrutaba con los partidos del Barca en Champions y en Liga", dijo a un canal de televisión español aunque acotó que la decisión fue sumamente difícil: "Ser entrenador del Barca requiere mucha energía. Después de tanto tiempo, necesitas distanciarte".
En cuanto a su futuro cercano dijo: "No tengo nada decidido, ya veré qué hago. Quizá vuelva al Barca, quizá no. Pero siempre lo llevaré en el corazón y siempre estaré cerca", finalizó