Escribe desde Argentina - Córdoba: Alex Miguel Vásquez Raúl Fernández se mantuvo firme bajo el arco peruano. Sin embargo, el factor suerte también estuvo de su lado. Él considera que Dios le dio una mano. "Los ángeles de Dios acamparon en mi arco. Lo único que pensé en el penal era que tenía que hacer lo mejor y atajarlo. Si no hubiera salido, yo tenía la confianza que la iba a agarrar la pelota", confesó. "Hay que disfrutar esto. Siento mucha alegría. Al pueblo peruano hay que decirle que siga alentando pero tranquilamente, todavía falta mucho", finalizó.